Un padre de la ciudad de Nueva York está acusado de la muerte de su bebé de 21 meses a quién habría matado porque estaba celoso de la atención que recibía su hija que tenía cáncer, afirma la policía.
Ryan Lawrence golpeó a su hija Maddox repetidamente con un bate de béisbol. Luego incineró su cuerpo por horas, puso los restos en una bolsa plástica junto con un ladrillo y arrojó la bolsa al agua.
La defensa del padre va a declarar que el hombre no estaba en sus cinco sentidos y afirmarán que mentalmente es una persona inestable.
Antes de cometer el asesinato, el hombre fue a una tienda de segunda mano y compró una peluca y un bigote para esconderse, además, cuando fue detenido se le encontró con implementos para ir de campamento y un libro de cómo evitar ser capturado.
Misty Marris, la abogada de la defensa, dice que el hombre claramente estaba en un estado mental alterado, pues constantemente buscaba hacerse daño y en hacerle daño al bebé, y que sus actos demuestran que es una persona con graves problemas mentales y que los expertos determinarán si el hombre actuó a sangre fría o si en realidad se le puede considerar demente.
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